Lo correcto es Ser de Chivas

-Algunos fragmentos los escribí en aniversarios anteriores del Club Deportivo Guadalajara-

Desde antes de tener uso de razón yo ya sabía una cosa; que era de Chivas. El Guadalajara cumple 111 años de vida en lo que parece ser el fin de la crisis más grande de su historia. Los últimos tres años los vivimos en la agonía, añorando las mejores épocas del club y deseando despertar de la pesadilla de la Era Fuentes-Vergara.

Esa transición de entrenadores y dirigentes que vivíamos torneo tras torneo, hoy día, resulta tan distante gracias a que por primera vez en el mandato de JV, por fin se nota un proyecto claro de lo que pretende hacer con el equipo. La llegada de Matías Almeyda y su cuerpo técnico, la efectividad con la que la institución maneja sus finanzas y por ende, la llegada de refuerzos importantes hacen que veamos un equipo realmente competitivo.

Las formas, eso sí, cuestionables, polémicas. Los intentos de innovación muy, pero muy difícilmente serán aceptados por el grueso de la afición, que en su mayoría vive mal-informada sobre el acontecer del club. Incluso a veces nosotros mismos no dimensionamos lo que es Chivas por debates inútiles que enfrascamos con aficiones rivales o con la propia prensa.

Pocos clubes en el mundo tienen un sentimiento de identidad tan marcado como el Guadalajara. No se trata de un nacionalismo radical, ni de xenofobia, simplemente elegimos competir contra el mundo.

Sólo te conozco desde hace 21 años, pero parecen 111. Gracias a ti entendemos el futbol como catarsis de la vida diaria y como un revés hacia nuestras limitaciones. Ser de Chivas representa pertenecer a una de las tradiciones futbolísticas y culturales más añejas de México, es el “sí se puede” en su máxima expresión. Por eso, “Irle a Chivas” se queda corto, no alcanza para etiquetar nuestra pasión. Lo correcto es “Ser de Chivas, ser del Guadalajara”.

-Eternas gracias a Edgar Everaert, Calixto Gas, Rafael y Gregorio Orozco, eternas gracias, Chivas-