Después de estar retirado, escondido, alejado de la luz pública algunos meses nos enteramos en noviembre de 2019 de la muerte de Jorge Vergara. A partir de entonces comenzamos a vivir la experiencia post mortem de omniyorchs, olvidándonos un poco de aquella frase cada vez más en desuso “nadie por arriba de las instituciones”.
El mediano paso del equipo más popular e importante de México hizo (como siempre) que reventaran la bomba de comentarios alrededor (en tono sarcástico, de broma y rayando en lo serio) a favor del difuntito Jorgito.
Ni siquiera tenemos que buscar en una enciclopedia ni en los más eruditos libros para encontrar una respuesta, nos basta una simple canción del Tri para entender un poco. Ese extraño crossover entre Alex Lora y Andrés Calamaro llamado “Cásate o muérete” nos dice Si quieres que todo el mundo hable bien de ti, eso solo va a ser posible cuando ya no estés aquí.
Al más puro estilo del Sr. Burns en su propia película, Omniyorchs ha sido catapultado e intentan ser más importantes que cualquier futbolista que haya pisado la institución dejando para mejor ocasión el Lado B de su administración.
Lo hicieron de nuevo con una camiseta conmemorativa a su mandato o mejor dicho a la creación de la Sociedad Anónima que dirige al Club Deportivo (seguimos empeñados en llamarlo así) Guadalajara.
Un mercado cautivo que se autoflagela por poseerla mantiene a flote los proyectos propios y de patrocinadores; en esta ocasión en una camiseta sin chiste, con detalles mínimos, sin emoción alguna que emula a la primera comercializada por la administración vergariana y peor aún, con la omisión de un dato en ella (Campeón de Campeones 2022 femenil) esto no fuera importante si no hubieran decidido cacarearlos en la misma.
Al menos pasaremos el fin de año con el ego por los cielos por tener una camiseta más en nuestra colección, a fin de cuentas el futbol suele ser muy noble, sobre todo para los dueños y marcas comerciales. Mientras las cosas cambian futbolísticamente sigamos reforzando la gran imagen de Jorge Vergara como el mártir rojiblanco que nos ilumina el camino.