Únicamente fueron tres cartas las que de niño logré hacer sin ayuda, para escribirles a los Reyes Magos. Recuerdo que en cada una de ellas, entre varios juguetes, también pedía algo de Chivas. La primera carta entre tanto, pedí un balón de Chivas… La segunda entre varias cosas, pedí una playera con estampado de una Chiva… La tercera carta entre un nintendo, también pedí un boleto para ver a Chivas…
Esos tres años fueron mágicos, porque después de ellos…, supe desde entonces que los Reyes Magos no eran tres, sino dos, y que aquellos Reyes, eran lo mejor de mi vida…, esto porque siempre se las arreglaron para que cada 6 de enero, mi zapato y el de mis hermanos, estuvieran llenos de regalos. Ellos lograban aparecer lo que sea, aunque fuera mínimo, siempre había algo… Eran tan mágicos que lograban que lo mucho o lo poco que dejaban, siempre significaba todo para mí. Nunca, pero nunca olvidaré aquellos dos Reyes Magos que vi en la sala. Aún tengo guardada en mi memoria la imagen de aquella mano fuerte y trabajadora, que colocaba en el árbol de navidad, mi boleto para ver a Chivas…
Seguramente muchos desde sus casas, también vieron a sus propios Reyes y saben quiénes son… Aquellos Reyes Magos son más Magos que Reyes… Y si por alguna razón o circunstancia ya dejaron de creer en ellos…
¡No le hagan caso a la razón!
¡Háganle caso al corazón…!
Esta noche en vez de poner los zapatos junto al árbol, en vez de escribir cartas, en vez de pensar que van a pedir, en vez de poner un vaso con leche y galletas en la mesa… Esta vez acerquénse a sus lindos Reyes Magos, dénles un beso en la frente y abrácenlos fortísimo (ustedes saben que los tienen cerca) y si acaso no los tienen con ustedes, sepan que desde el hermoso cielo, siguen viviendo en sus corazones… Mañana cuando despierten, sepan que los visitaron mientras dormían. Despertarán con una gran sonrisa, gracias al recuerdo y al beso que recibieron en sus frentes durante la madrugada. Agradézcanles en persona o en memoria, la gran herencia que les dejaron porque ahora muchos de ustedes se han convertido en Reyes, en Magos y en Rojiblancos. Y lo mejor que pueden dejarles a sus hijos, es esa magia que les fue heredada y que los convertirán en Reyes Magos Rojiblancos…. Tal vez, dentro de algunos años, ustedes recibirán esos abrazos… Quizá con más suerte, dentro de muchos años más, ustedes bajarán del cielo en la madrugada para repartir esos besos en la frente, siendo así hasta el fin de los tiempos…
¡Qué hoy duerman felices con ese espíritu de niños, en agradecimiento a los Reyes Magos del pasado, los del presente y los del futuro…, porque no hay mejor reino que el mágico, ni mejores Reyes que ustedes, pero sobre todo no hay mejor regalo y herencia, que la de ser todo un Rojiblanco con espíritu de niño…!