De entrada sabíamos que no sería un partido cualquiera, nos preparábamos para despedir a Carlos Salcido y como no lo íbamos a hacer si la imagen de él levantando la Copa y la Liga del Clausura 17 no se borrará jamás.
Pocos autos al llegar nos hacían entender la posibilidad de que sería una mala entrada. Los amigos de siempre se hicieron presentes en el estacionamiento realizando los acostumbrados rituales con los que hemos dado vida al estadio akron, cervezas, asadores, mesas y mucha buena vibra. Finalmente la entrada no fue mala, la asistencia oficial marcó 30,356 aficionados.
Si bien a la hora que comenzó el partido sabíamos que no teníamos posibilidad de calificar, el gusto por ver al Guadalajara no nos lo quita nadie. Así en la misma sintonía se percibió a toda la grada y aún teníamos en Alan Pulido un poco de competición. No era para menos la posibilidad de poner su nombre junto al de “Dumbo” López, “Mellone” Gutiérrez, «Chava» Reyes, Omar Bravo y Chicharito siempre es tentadora.
Pese a ir perdiendo la gente seguía conectada con el equipo, quizá fue el orgullo rojiblanco que tanto ha sido pisoteado en los más recientes torneos los que impulsaron al equipo a seguir, sobre todo a Pulido.
Misma buena vibra la mostrada en general para Jorge Vergara, sabemos lo complicado que es hablar del tema, pero a fin de cuentas nos guste o no, era uno de nosotros y parte de la historia de este equipo se hizo junto a él.
Cayó el primer gol, cayó el segundo, nada mal para igualar la segunda mejor marca de un delantero chiva en torneos cortos que al final nos pondría al menos una sonrisa en la cara sin pasar por alto los malos resultados generales del torneo. Eso sí, el cierre nos pone a pensar en que se pudo hacer más, siempre dejándonos la sensación de insuficiencia.
La abundancia no es una característica presente en el rebaño actualmente y aún así se nos dio, como si estuviera presupuestada, al parecer no fueron suficientes los momentos históricos de la despedida de Salcido y el hasta entonces virtual campeonato goleador de Pulido ¡no! Vino otra, el gol de Toño, sí del portero.
Hacíamos corajes en la tribuna porque Vega corría solo y no lo buscó para pasarle el balón cuando nos dimos cuenta que la pelota iba directo al arco, ni siquiera lo imaginamos, no teníamos en la mente la idea de que pudiera anotar. Hace años era imposible, se marcaba saque de meta pero la regla la cambiaron y así disfrutamos todos del gol de Toñito.
Finalmente satisfechos por la noche, por ver a los amigos de siempre en la misma onda, marchándonos con la promesa tácita de que tiempos mejores en la cancha volverán, esperemos que pronto. De la tribuna nos encargamos nosotros.
Nos vemos el próximo torneo, siempre firmes y con la fe intacta. pic.twitter.com/d9iv9XEl1g
— Bombo (@BomboGuevara) November 24, 2019