¿Siguen criticando la llegada de Jesús Molina a Chivas?
Sí, ya todos sabemos que su pasado es americanista, pero por favor; es de sabios cambiar de opinión, además no sé si lo notaron pero… el sábado jugó muy bien. No pasó como cuando uno de Chivas se va al América, que pierde su nivel, el estilo y se les nota hasta en la cara su apatía dentro de la cancha. Claramente se ve que no son felices y que están obligados a jugar en ese amañado equipo. En el caso de Jesús Molina, se le vio cómodo, ansioso y feliz. Estoy seguro que después de que viva lo que vivirá con Chivas en este torneo, su pasado se le borrará, en específico su paso por el Club de Coapa.
Ningún equipo tiene la popularidad, ni la magia, ni la afición de Chivas. Jesús Molina está por experimentar algo que nunca había sentido, que al equipo en el que juega, en vez de recibir mentadas de madre lo reciban con aplausos en los estadios y con música en los aeropuertos.
¡Olvídense de su pasado americanista!
Les contaré una anécdota real.
Yo tenía un amigo que desde niño se la pasó pegado a la televisión. En vez de mamar leche materna, mamaba toda la programación de Televisa. Él era americanista de esos que usan hasta calcetines amarillos aún con zapatos negros. Era un terco y aferrado. Creía que todos los títulos del América eran legítimos. Tenía una inocencia terrible y lo peor, carecía de afecto.
¡En pocas palabras era un pendejo!
Con el tiempo creció y se dio cuenta de su error, en especial cuando entró a la Universidad donde dice, con sus propias palabras: «Un maestro de la Universidad me cambió la visión». Él le habló de la cultura y del pensamiento de los mexicanos de hace algunos años: Un pueblo callado y sometido por una televisora que dominaba y enajenaba a la gente agachona. Este maestro cuando era joven, se tituló con una tesis a la que llamó:
«El impacto de una televisora en el pensamiento colectivo de los niños mexicanos»
En ella, su profesor hablaba de como hubo una época en la que Televisa enajenaba a niños persuadiéndolos para que consumieran su principal producto: el américa. (Vaya envidia de presentar una tesis así, para llevar a mis primos vestidos de amarillo y sustentar la tesis con ejemplos de ellos hechos unos idiotas)
Todo lo que le enseñó su profesor, le hizo quitarse las vendas y las gringolas que llevaba en los ojos. Se dio cuenta que había desperdiciado gran parte de su vida, pero afortunadamente gracias a la UNAM y en especial gracias a su maestro, le agarró aprecio y cariño a las Chivas, pero sobretodo, le tomó respeto a un Club que ganó todo legítimo y todo con mexicanos. Este amigo no fue Chiva de nacimiento, se hizo. ¡También es válido! Así como San Oswaldo, que su pasado se volvió obsoleto después de la Grandeza que tuvo con el Guadalajara.
Si te preguntas a que voy con todo esto, te diré…
«Es de humanos errar, perdonar es divino y reconocer es de sabios»
Así que ya dejen esas críticas contra Jesús Molina. Mejor disfrutemos de lo que viene y tiene para ofrecerle al equipo. ¡Él ya es Chiva! Recuerden que es de hombres cambiar de opinión y rectificar. Lo malo viene cuando uno es pendejo y todavía creen en el América…
¡Un saludo para todos ellos!
Fiu, fiu, fiu, fiu, fiu….