Hace dos años, el técnico argentino Matías Almeyda llegó a Guadalajara para tomar las riendas del equipo. Un 15 de septiembre para ser precisos. No es una fecha que podamos olvidar fácilmente porque en ese entonces el Guadalajara estaba pasando por una situación muy complicada.
Su llegada causó sorpresa: no era precisamente un entrenador de gran renombre; en todo caso, podríamos decir que incluso carecía de experiencia para llevar las riendas del Guadalajara. Y, sí, habría sido un juicio errado.
Entre los grandes logros del “Pelado” Almeyda como entrenador está el haber regresado al River Plate a la Primera División del futbol argentino en el 2012 (apenas un año después de su descenso). Quizás esa referencia curricular fue más que suficiente para que Jorge Vergara se decidiera para traerlo a esta ciudad, aunque sabemos -como lo hemos dicho anteriormente en este blog- que muchos otros factores también fueron determinantes para su fichaje.
A su corta edad, Almeyda ha dirigido tres equipos. El segundo fue Banfield, al que también dejó encaminado para subir a Primera División en Argentina, donde tuvo más libertad para aplicar sus conocimientos. Recordemos, vaya, que Almeyda también fue un exitoso jugador por casi 10 años, con campeonatos en su país natal (con el River) y en Italia. El “Pelado” sabe lo que hace, pues.
Hay un par de palabras que se nos ocurren cuando pensamos en Almeyda: experimental y liberal. ¿Progresista? Tal vez sea una palabra que podamos usar para él en el futuro, ya se verá. Ahora, lo que sí podemos decir con claridad es que el argentino ha sabido usar, muy bien, a los elementos más jóvenes del equipo en conjunto con los más experimentados. Eso le ha dado una vitalidad nueva al Guadalajara, lo que se nota sobre todo en una mejor comunicación y, por lo tanto, en un mejor trabajo en equipo.
Así es como Almeyda, en dos años, le ha dado al Guadalajara una Super Copa, dos Copas MX y su doceavo campeonato de la Liga MX, después de una década de sequía.
Sin embargo, en la temporada que está por terminar, el equipo marcha en los últimos lugares del Apertura 2017 y para el próximo año podría verse en problemas de continuar esta tendencia. Claramente, Almeyda tiene que evaluar el desempeño del Guadalajara para regresar fuertes el próximo año; y en el fondo sabemos que tiene que ser él el que lidere al equipo por la confianza y compañerismo que ha generado entre el cuerpo técnico y los jugadores. Esos mismos valores, aunados a la libertad que le dan para experimentar con las alineaciones, volverán a poner al Guadalajara en alto.