Montaña rusa

Amigos de Rojo & Blanco, el fútbol es una montaña rusa, un lugar de emociones intensas, de subidas y bajadas. Un sitio donde debes luchar por ser jugador profesional, titular en el equipo que debutas y en el caso de los delanteros, cuando se logra llegar a la parte más alta de la montaña: comenzar a destacar metiendo goles.

Después para algunos pocos, las bajadas suelen ser divertidas, llenas de éxito, gritos de gol, triunfos y para otros… nervios, sufrimiento, tensión y una agonía en el estómago de ver pasar el tiempo, ver pasar oportunidades y no poder disfrutar el juego.

Y precisamente hoy los dos delanteros de nuestro renacido Tapatío FC, representan esa montaña rusa:

(La subida) Sebastián «Chevy» Martinez

La nueva joya y promesa de la delantera del Guadalajara, que muy joven llegó desde Tabasco a la Gigantera a dominar todas las subs, se encuentra en el momento exacto del juego, la parte más alta de la montaña, ya debutó en Copa y Liga, y todo el Staff de Chivas con los ojos puestos en cada una de sus acciones, representa esa apuesta que hemos visto una y otra vez tan repetidamente en el Club, la ilusión de llegar a tiempo al juego e ir por el éxito.

Pero bien podría ser el mejor momento también, para escuchar un buen consejo de la persona que está más cerca de él actualmente dentro del campo, el otro delantero:

(La bajada) Ronaldo Cisneros

Nacido en 1997 (cuando Ronaldo Luíz Nazário y Luis Hernández dominaban el continente) su padre, fan del «O Fenómeno» seguramente tuvo el sueño de que su recién nacido, se convirtiese con el paso de los años, en el mejor delantero de México, y todo iba bien, Ronaldo con mucha competencia en selecciones nacionales, dominaba la titularidad en torneos internacionales, en 2018 salió de Santos a Chivas vendido en una fortuna, y desde ahí, su bajada ha sido justamente eso, oportunidades y tiempos desperdiciados; agonía, incertidumbre, desesperación, tensión, bajar a Zacatepec, salir, regresar, bajar a Mineros, curiosamente siempre metiendo solo un gol por torneo en cualquier equipo, lo peor de todo es que para nada es un -mal jugador-, potencia, buen juego de apoyos, mucho movimiento, olfato, pero simplemente los goles no han caído y hoy representa en el Tapatío la última oportunidad, que contrasta con la energía e ilusión intacta de su compañero en la delantera.

¡Ambos anotaron gol en el partido contra Atlético Morelia! Nos recordaron los contrastes del fútbol, y también, que a pesar de que sus momentos son tan distintos, sin duda tienen en común esa lucha, esa fe en que su talento los sacará adelante para poner sus apellidos en la mente del fútbol mexicano y así olvidarse de los jugadores que nunca disfrutaron la bajada, los Padilla, Ríos, Salazar, Vazquez, etc y seguir pensando en los que gritaron y levantaron los brazos de felicidad, los Bravo, Hernández, Vela.

A uno le quedan varios boletos, al otro parece que… solo un ticket más y ya.