Al ver esta foto, me entró una nostalgia enorme y NO por ver a la Porra Popular del Guadalajara burlarse del atlas en su primer descenso, sino por otro motivo…
La nostalgia se debió a mi loca idea de no poder trasladarme por el tiempo para viajar al año de 1954, y así, poder decirles a todas estas personas que salieron en la foto:
«Que en el 2018 las cosas no son como en ese momento de la foto: la gente ya casi no usa sombrero de palma en los estadios, los aficionados acuden con el jersey de su preferencia. Que en mis tiempos son cánticos y celulares los que prevalecen en la zona de tribuna. Que ahora se usan banderas, tifos, luces, cohetes, mosaicos, telones, bufandas, mantas, serpentinas y papel picado. Que los jugadores ya no son de melenas largas y que ahora tienen el cabello con diferentes colores y looks extraños, acompañados con tatuajes en sus cuerpos. Que los patrocinadores usan a los jugadores como modelos para vender sus productos. Que la publicidad y la mercadotecnia dominan al fútbol. Que los jugadores ya no pasan tiempo con los aficionados para dialogar o para firmar hojas en blanco, fotos y playeras. Que hoy en día, con excepciones, la relación con los seguidores se da más a través de redes sociales que en persona. Que los periodistas ya no van al vestuario para recoger las impresiones después de un partido, que se acabó esa libertad y que los protocolos cambiaron. Que ahora todo se hace en las zonas mixtas dentro de los estadios. Que hoy la afición rojiblanca está en resistencia contra la directiva. Qué actualmente si quieren ver a Chivas, deben pagar. Que tenemos el mejor estadio de México. Que los ardidos bajan a la cancha para detener partidos; y por último…; también quiero decirle a ellos, que el Atlas, después de esta foto, descendió dos veces más…»
Todo esto me gustaría decirles a esas personas, porque no lo saben, ni lo sabrán… Sólo una cosa me queda claro que sí saben estos Chivahermanos de aquella época, que al tener ese ataúd en la tribuna, al burlarse de los rojinegros de esa manera, ellos sabían que:
Los del Atlas, sólo saben ganar en la tribuna y no en la cancha, y que el día que descendieron, murieron en ese momento, y que actualmente de puro milagro se mantienen amargos y muertos en vida, por el resto de nuestros felices y Campeonísimos días…