No hay nada como recordar una de las más grandes alegrías que alguna vez tuvimos a costa del equipo de La Noria. Era la ronda de repechaje de Clausura 2003, Chivas había caído dolorosamente en la ida a media semana por 4-1 en el Estadio Azul, un partido desastroso donde el Rebaño no sólo no metió las manos, sino que además, perdimos a Ramón Morales, quien sufrió un codo dislocado durante el partido pero en un ejemplo de vergüenza profesional, ‘Ramoncito’ terminó jugando el partido con el codo vendado mientras prácticamente, quedábamos eliminados de la liguilla.
Boleto del partido de repechaje vs Cruz Azul, el día de aquella espectacular voltereta. pic.twitter.com/oHQcIAFZSO
— Boletos de Chivas (@boletoschivas) 27 de julio de 2018
Sin embargo, 3 días después, en el juego de vuelta en el Estadio Jalisco, el Rebaño tendría la revancha y ante poca expectativa de poder remontar necesitando ganar por 3 goles (para avanzar por mejor posición en la tabla, no existía la regla del gol de visitante), esta todavía aminoró cuando el Cruz Azul se topó con un penal que Palencia convirtió por gol al inicio del partido para poner el 5-1 global. Chivas no dejó de luchar y pronto anotó en tiro de esquina con un cabezazo de Joel Sánchez, Bravo acercaría al Rebaño desde los once pasos para poner el 2-1 en el juego y faltaban dos goles. Poco antes del medio tiempo, Johnny García se atrevió a disparar de media distancia, su tiro fue desviado por un defensor celeste y la pelota se metió a la portería del ‘Conejo’ Pérez para poner el 5-4 global y Chivas tendría 45 minutos para buscar un solo gol para llegar a cuartos de final. Ese ansiado gol llegó tras un lejano disparo de Jair García quien tiró raso a segundo poste, lejos del alcance del Conejo para consumar la remontada rojiblanca y así, la primera cruzazuleada real del equipo cementero, una que sería su realidad.