Después de una semana ajetreada (por gusto propio) donde se enfrentó a Venados en Mérida y un amistoso ante Boca Juniors, el Guadalajara recibió a Santos quien en los juegos recientes había logrado llevarse los 3 puntos de la casa rojiblanca. No iba a ser un partido fácil, Santos llegaba en calidad de invicto y si hacía falta algún ingrediente son dirigidos por José Manuel «Chepo» de la Torre quien fue suplido de su cargo en Chivas por Matías Almeyda.
El partido tenía un tópico adicional en torno a la asistencia, ya que con poca diferencia de horario se llevaría a cabo el Super Bowl que al ser un evento de «interés general» ocasionó una campaña en contra de la directiva del Guadalajara por osarse a programar el partido para competir con él. La entrada fue de regular a buena, muy diferente a lo que muchos medios dijeron, que la afición abandonó al equipo, que se irían antes para ver el futbol americano, es decir: heces fecales convertidas en letras.
La asistencia para ver al Guadalajara ante Santos fue de 29,931 espectadores. #LigaMX pic.twitter.com/Drx4mWcYae
— Rojo y Blanco (@srojoyblanco) 6 de febrero de 2017
El Guadalajara inició con Rodolfo Cota en la portería, la central fue custodiada por Jair Pereira y Oswaldo Alanís, «Chapo» Sánchez por derecha y «Aris» Hernández por izquierda. «Gallito» Vázquez en la contención, Pizarro, Orbelín, Chofis, Zaldivar y Pulido completaron el cuadro inicial.
Desde que comenzó el partido, el Guadalajara demostró un ataque sólido en la elaboración del futbol con un Chofis López como el 10, orquestando los avances los cuales palidecían de contundencia (para variar). Un tiro de Orbelín Pineda que pasó muy cerca, otra jugada más que tuvo 4 tiros infructuosos uno de ellos pegó en el travesaño. Parecía que era cuestión de tiempo para que el gol cayera y desafortunadamente no fue así. Nos fuimos al descanso con un empate a cero comprometiendo el partido y dejándolo tal y como a Santos le hubiera gustado.
El marcador se abrió hasta el minuto 57′ cuando en un tiro de esquina Furch aprovechó la salida de Cota para rematar con arco abierto. Sabíamos que las jugadas a balón parado serían un problema ya que es una virtud de Santos en este torneo, teniendo en Néstor Araujo a su goleador con 2 tantos. El partido ahora a favor de Santos era predecible, ideal para el planteamiento de Chepo, defenderse ordenadamente, el Guadalajara no tenía de otra habría que irse con todo adelante.
Centros incompletos, amagues de más, tiros tapados fueron vistos por montones en lo que restó del partido. Incluso nos dimos el lujo de exponer la jugada de táctica fija más idiota del mundo, cuando en un tiro libre directo desde el centro del campo termino con un ataque de Santos por una pésima ejecución.
Al minuto 75′ Diego de Buen que tenía pocos minutos en la cancha, fue expulsado por una plancha sobre Orbelín Pineda en media cancha, roja evidente que el Guadalajara debía aprovechar ya con Brizuela, Fierro y Calderón en el campo.
No fue hasta el minuto 92 cuando ya se presentía una derrota más, cuando el Conejo Brizuela desborda por la banda derecha para enviar un centro preciso a Carlos Fierro que remata a segundo poste pero el balón pegó en el travesaño, afortunadamente Pizarro estaba atento a la jugada y llegó antes que el defensor para con la cabeza enviarla al fondo de la red.
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— Univision Deportes (@UnivisionSports) 6 de febrero de 2017
Por si fuera poco el Guadalajara pudo ganar el partido, en la siguiente jugada «Aris» entró por la banda izquierda y se mandó un recorte para centrar a placer al fondo del área donde llegó Jair Pereira a rematar de cabeza, el portero estaba vencido pero Abella se atravesó en el camino del balón hacía el arco. No hubo más, Fernando Hernández decretó el final del partido.
La euforia que provoca un gol de último minuto y el equipo lanzado al frente alborotó a los seguidores del Guadalajara que se sintieron contentos por el punto obtenido, así lo sentimos aunque en el fondo inconformes por no obtener la victoria. Seguramente la siguiente semana el estilo de juego ayudará a obtener los 3 puntos (dedos cruzados para la contundencia) en un partido que seguro sacará chispas.
