Como era de esperarse, entre los aficionados dramáticos de siempre y la prensa que gusta de exagerar las situaciones un poquito nomás, el tema se convirtió en una telenovela. En esta ocasión nos mantendremos al margen de esa inútil discusión, y nos enfocaremos en lo que realmente importa: El Equipo.
Entre los aficionados más aprehensivos, está el temor de que nos quedamos “flacos” al ataque, que perdimos gran parte de nuestra cuota goleadora con la partida de Bravo, y que los jóvenes no pueden con la responsabilidad de anotar. Este razonamiento rebasa toda lógica y deja en evidencia que muchos aficionados no ven los partidos.
Los números de Omar Bravo y Ángel Zaldivar fueron muy parecidos la campaña anterior, pero hay un rubro que separa a uno del otro, veamos.
La temporada pasada, Omar Bravo, de 36 años, jugó quince partidos, diez como titular; en los cuales sumó 905 minutos, y un solo gol. En esas diez apariciones como inicialista, el equipo solamente ganó un partido, empató seis y perdió dos.
En cambió, Ángel Zaldivar, de 22 años, jugó dieciséis partidos, once como titular; acumuló 1039 minutos, y también una sola anotación. La diferencia es que en los juegos que apareció de inicio, el Guadalajara ganó seis, empató cuatro, perdió uno.
¿Cuál es la moraleja del cuento? Que Chivas no necesita a Omar Bravo para ganar, quedó más que demostrado en el Clausura 2016. En este momento, Ángel Zaldivar es el titular indiscutible y arrancará de inicio en Ciudad Universitaria el domingo porque se ha ganado a pulso la confianza de Matías Almeyda, y los números respaldan.
Por cualquier eventualidad, estarán como suplentes Marco Bueno y Miguel Nuño, dos jóvenes que tienen que aprovechar la ausencia del máximo goleador en la historia del Guadalajara, para intentar escribir su propio capitulo, por lo que al final del día, la delantera rojiblanca está en buenas manos.
FOTO: CHIVAS