Un golpe en la mesa

Hoy se confirmó al fin de manera oficial la llegada de Alan Pulido al Guadalajara tras varios días de que se manejara en los medios de comunicación como negociación finalizada a pesar de las contradicciones constantes de José Luis Higuera en twitter y algunas entrevistas que dio a los medios de comunicación sobre el traspaso del tamaulipeco que ha pasado 2 años en Grecia envuelto en la polémica por la famosa novela que tuvo con Tigres y su contrato que llegó hasta el TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo por sus siglas en francés), se manejó que Chivas desembolsó alrededor de 17 millones de dólares tanto por el precio del fichaje con el Olympiacos así como también una cuota a Tigres por el tristemente célebre ‘pacto de caballeros’.

Por supuesto que el precio que se maneja en los medios nacionales (el cuál por supuesto no puede ser confirmado por ninguna de las partes involucradas) ha causado un revuelo en redes sociales de los mismos periodistas de siempre a los que nada les parece cuando se trata de Chivas (saludos a Pedro Antonio Flores y compañía) y también por parte de algunos aficionados que inmediatamente cuestionaron el hecho de que Chivas haya invertido semejante cantidad de dinero por un futbolista que ha jugado poco en los últimos 2 años y que no convence a varios por no ser realmente un jugador comprobado.

Sin embargo, aquí quiero resaltar ante todo que Chivas desde el campeonato del Apertura 2006 hace 10 años comenzó un proceso de abaratamiento de nómina debido a que año con año se fueron varios referentes del equipo para darle paso a los canteranos que por supuesto cobraban más barato y en muchos casos no terminaron de cuajar, se fueron Oswaldo Sánchez, Adolfo ‘Bofo’ Bautista, Omar Bravo, ‘Maza’ Rodríguez, etc., y con ello, Chivas pasó de ser un equipo protagonista que peleaba el título en la liga a ser un equipo que se conformaba con llegar a la liguilla en el mejor de los casos pero no realmente aspirar al título, cuando fue evidente la necesidad de refuerzos Jorge Vergara y Angélica Fuentes no se llenaban la boca de decir que ‘la cantera viene apretando fuerte’ o que ‘los refuerzos no rindieron y valieron sombrilla (sic)’ para justificar la política de no reforzarse, la molestia de la afición y la prensa deportiva entonces radicó en el hecho de que la directiva no estaba realmente interesada en armar un equipo contendiente al título reflejada en su nula o poca (en el mejor de los casos) inversión respecto a la llegada de jugadores importantes en nuestro país, conformándose con vivir únicamente de la marca comercial del equipo que es la más rentable de la Liga MX económicamente hablando.

Pasaron años de crisis, dónde Chivas coqueteó con el descenso y por fin se entendió que el equipo debía reforzarse sí o sí, llegaron delanteros como Rafael Márquez Lugo, Miguel Sabah, Aldo de Nigris y ahora Alan Pulido, dónde Chivas pagó una buena cantidad económica para hacerse los servicios de esos jugadores debido a que para nadie es secreto de que es una de las posiciones en la cual es difícil producir buenos elementos debido a que en nuestra liga la mayoría de los clubes prefieren utilizar extranjeros para cargar con la etiqueta de goleadores, así que es natural que Chivas al ser un equipo que orgullosamente juega con futbolistas mexicanos tenga que pagar un poco más de lo normal. Sin embargo ahora la molestia de aficionados y periodistas pasó de ser de que ‘no se invierte’ a que ‘se invierte demasiado por un jugador’. Un equipo GRANDE se refuerza muchas veces con un precio muy alto, incluso más alto del valor real de un jugador. El fichaje de Pulido podrá salir bueno o malo a largo plazo, pero lo que sí me parece incuestionable es que por fin la directiva del Guadalajara parece tener un verdadero compromiso en armar un equipo contendiente que pelee el título, que es esa justamente, la obligación de una directiva de un equipo grande. Y esto es algo que me da mucho gusto.