Chivas se llevó el «Clásico Histórico»

¡Hola qué tal amigos de Rojo y Blanco!

¿Creyeron que por ser fecha FIFA no habría colaboración esta semana? Jajajaja.

Para este escrito no vamos a desmenuzar ni analizar el partido, simplemente vamos a hablar sólo de lo que fue el llamado “Clásico Histórico” el día de hoy en el Estadio Jalisco. Durante semanas se fue convocando a la afición para este evento, que describían los organizadores como festejo de los 100 años de la rivalidad entre Guadalajara y América.

Por parte de los dos equipos se confirmaron grandes jugadores, icónicos para cada institución, sobre todo o la mayoría de la década de los 90´s.

Estrellas del tamaño de Ramón Ramírez, Ramón Morales, San Oswaldo Sánchez, Misael Espinoza, Alberto Coyote, “Tiburón» Sánchez, Camilo Romero, Javier Ledesma y más, comandados por Fernando Quirarte y su auxiliar Ricardo “Snoopy” Pérez.

Llamó la atención que estando San Oswaldo en el equipo no iniciara de titular, ya que se decidió iniciara el Zully en el arco a manera de homenaje. Minutos después entro San Oswaldo a custodiar el marco rojiblanco. La defensa comenzó con Paulo Cesar Chávez, “Tiburón” Sánchez, Héctor Reynoso. El medio campo que inició era una media de lujo, un deleite que bien recordamos todos los rojiblancos; el “Maestro” Galindo, acompañando a Coyote y en la banda izquierda el bien querido capitán Ramón Morales. Y esperando recibir los balones para marcar estaban nada más y nada menos que el “Gusano” Nápoles y el “Bofo” Bautista.

Y precisamente el “Pelado” Bautista, como le llamaron los narradores de Fox Argentina en aquella grandiosa Copa Libertadores de 2005, fue quien abrió el marcador, acomodándose el balón de cabeza y definiendo cruzado para que la abrumadora mayoría rojiblanca en el Jalisco estallara al grito de gol.

Poco nos duró el gusto ya que minutos después Reinaldo Navia empató por los de amarillo, en una muy buena definición de gol, hay que decirlo como es.

Así transcurría la primera mitad, la fanaticada disfrutando y sobre todo recordando en la grada los movimientos y glorias que dieron los jugadores a los respectivos equipos. Era muy común escuchar comentarios sobre que los jugadores nunca cambiaron su esencia de juego, si seguían siendo muy duros en su juego, muy temperamentales o hasta incluso más “troncos” que en sus buenas épocas. Mención especial para Germán Villa que cuando entró al campo escuché bastantes comentarios a mí alrededor tanto de rojiblancos como amarillos, de que el dejar el futbol profesional lo embarneció terriblemente ¿pozole andabas Germán?

Casi al finalizar el primer tiempo, el juego se puso algo ríspido, comenzando con algunas patadas, empellones o incluso aventones sin pelota de por medio, el que se pintaba solo para las provocaciones y peleas, nunca cambió su estilo, efectivamente amigo lector: Isaac Terrazas empezó su show personal provocando a la porra rojiblanca, al “Tilón”, al “Bofo” y hasta al árbitro.

Al medio tiempo se entregaron unas placas conmemorativas a varios jugadores y tocó un mariachi que mandó especialmente para el partido, Don Vicente Fernández.

Al segundo tiempo le llegaron una seguidilla interminable de cambios por ambos lados, el público seguía disfrutando y haciendo un verdadero ambientazo, como tenía años que no se veía en el Estadio Jalisco. Se hacia la ola, se coreaban los “ole”, se chiflaba, cantaba y echaba burla al rival. En una de las llegadas del Guadalajara, Diego Martínez tomó el balón afuerita de la media luna y con un derechazo monumental, mandó el balón al ángulo, anotando un verdadero golazo y poniendo en ventaja nuevamente al “Chiverío”.

El partido se fue diluyendo, hubo más cambios y ya sobre el tiempo de añadido, sucedió algo que catalogaría como una pelea de gallos; Terrazas y Bautista se enfrascaron en un duelo de palabras, de orgullo, de defender cada quién sus camisetas, esto sucedió cerca del área americanista cuando el balón estaba en la otra área. Terrazas le dio un grito a Bautista, quien le respondió y el águila le hizo una señal de que se la peinaba, a lo que Bautista le respondió besando el escudo Rojiblanco. Fue una clara muestra de la rivalidad que se tiene entre ambos conjuntos y cómo lo sentían los jugadores de antaño.

El árbitro finalizó el partido y Guadalajara ganaba el clásico histórico por 2-1, ganando también la copa que estaba en disputa y dando una vez más la vuelta olímpica en la cancha del Jalisco, como lo marca la tradición e historia del Club.

Nota de honor: La afición que asistimos el día de hoy al Jalisco, los 47,000 que vibramos y presenciamos un verdadero espectáculo, una lluvia de recuerdos y sentimientos.

Leí muchas personas que publicaron en redes sociales que se redondeo el «festejo del centenario», que comenzó hace unas semanas atrás en el azteca.

Nos leemos en la próxima ocasión rojiblancos.

¡No Abandono!

¡Dale Club Deportivo Guadalajara!

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