Al cielo rojiblanco le llegan los vientos de cambio…

Y es así, con los últimos cinco triunfos de Chivas en Copa y Liga, es como los aires frescos del triunfo nuevamente atraen al lugar de siempre a quiénes, con ráfagas de mala racha, salieron dispersos volando hacía distintos lugares del horizonte…

Cada globo rojo inflado con gas de triunfo, hace más ligera la carga de amor, la cual realmente, deberían cargar en las sequías cuando no hay vientos favorables o cuando hay tsunamis…

 

Los aires de Occidente se esparcen por los diferentes puntos cardinales de la República Mexicana que, en vez de soplar por la atmosfera, hacen un frente cálido lleno de esperanza que atrae a todos aquellos que fríamente escondían su pasión rojiblanca.

La canasta del globo aerostático se empieza a llenar de nuevo, el amor les regresa, las razones vuelven, se va la onda ciclónica, desaparecen los días de borrasca…

Aquella masa que permanecimos siempre a pesar de las trombas, les damos la cordial bienvenida nuevamente.

¡Sí, ya sabemos cómo son, y así, los seguimos invitando a las fiestas rojiblancas!

Para que vengan alentar, persuadiéndolos para que no se vayan nunca, no teman a los huracanes, quédense, aunque vuelva la tempestad…