Escribo esta Historia en tiempo presente, como si la estuviera «transmitiendo en vivo», sólo que esta vez no aparecerá un vídeo; serán letras…, para que cuando lean ustedes estas líneas, sin importar la hora, ni el lugar; imaginen que está sucediendo en tiempo real conforme a su lectura. Así que les pido de manera atenta y cordial, echen a volar su imaginación…
Víctor está: «escribiendo en vivo»:
Estoy caminando por el centro de Guadalajara, en Plaza de Armas. Justo a un costado del Kiosco, se encuentra una bocina que suena a todo volumen. Esta reproduce las voces de un par de jóvenes talentosos, quiénes mediante canciones de Rap se dicen muchas cosas, todas ellas terminan con rimas. —Hay quienes creen que el rap NO puede ser considerado como música o arte y, para colmo, también hay quienes lo rechazan como manifestación poética—. La realidad es muy distinta: el rap trasciende ambas expresiones artísticas. Una improvisación puede lograr una magistral exposición de métricas, retóricas y figuras literarias. Todo esto, aunque no es nada nuevo, siempre será un evento que resalta por la gran cantidad de frases en el que interactúan dos o más competidores.
—Cuando veo y escucho estas competiciones, viene a mi mente aquella famosa Copla entre el inmortal Pedro Infante y el gran Jorge Negrete—
Sobre el escenario, se espera a dos jóvenes, ambos portan orgullosamente la playera de su equipo al que representan. No es el jersey de ningún grupo o rapero favorito. Es el de dos equipos del fútbol mexicano: américa y Chivas. Cada uno, mientras sostienen el micrófono en la mano, pavoneándose se ven directamente a los ojos y para echarse en cara frases de burlas, críticas y argumentos; intentando hacer quedar en ridículo -de manera inteligente- a su oponente. Con un sin fin de dimes y diretes, la meta es dejar callado al otro, sin nada que contraponer.
Un largo silencio es el factor más aterrador entre los que se dedican al ‘Freestyle’; una disciplina muy exigente dentro del ya de por sí complejo mundo del Rap y del Hip Hop. En este arte de contracultura, (personalmente lo considero así) no existe un manual o licencia creativa que conceda el tiempo necesario a la inspiración para responder. Las reglas de improvisación y de rima, obligan al cantante a crear en vivo y en directo, frente a un público y a su adversario, una gran cantidad de frases que además de llegar a persuadir, pudieran afectar al contrincante.
Este tipo de reto, tiene ya su principal promotor: «Batalla de los Gallos». Nacida en 2005, es la competencia más importante del «Estilo Libre» de Rap en la que concursan todos los países de habla hispana. Es un buen escenario que da la oportunidad a jóvenes MC’s (nombre que reciben los exponentes del freestyle) con gran talento, de rimar ideas que ataquen a su oponente, por medio de la música. Aquí no hay reglas, lo único que está prohibido es el contacto físico, ya que el enfrentamiento puede ser feroz, incitante y muy agresivo. Cuando la pista comienza a sonar, hay que valerse de los elementos más cercanos para iniciar la improvisación y, la mayor parte del tiempo, los MC’s encuentran entre los defectos e historiales más obscuros de sus adversarios, el golpe perfecto para la rima.
Pues bien, los jóvenes que se encuentran aquí en esta Plaza, arriba del escenario en pleno espectáculo, no parecen tener frases buscadas. Las reglas están muy claras. La dinámica es la siguiente: La batalla comienza cuando los participantes reciban una palabra en torno a la que deben improvisar. Luego tendrán un segundo turno para una lucha de temática libre. Concluida esta etapa ganará el que deje callado a su semejante…
Esta batalla es casi como la de los Gallos, sólo que esta vez se le nombró «Batalla contra gallinas», y les escribiré textualmente lo que cantan a continuación:
El juez les dice que el tema es: Prode85, comienza el visitante:
(Léase en tono de Rap y cantando)
♪♫♬ (comienza música de fondo)
– Hola como estás/ Me llamo Ódiamemas/
Vengo a defender/ Lo que llegas a ofender/Pero, ¿sabes qué?/ Sin eso que destacas/
Tú no me llegas, ni tantito a las butacas…
♪♫♬
– «Ahhh», aclama el público. Es el turno del Rojiblanco.
♪♫♬
– Estoy bien, muchas gracias por venir/
Pensé que no ibas a asistir/ Por miedo a debatir/ Pero sólo vienes a presumir/
No tienes pa’ rapear, mucho menos a rimar sólo llegas a alardear y eso me llega a marear/ Mejor dime que se siente/ Que hasta yo te la miente/ Y de una televisora tú seas el demente…
– «Uuuuy eso dolió», se escucha entre la gente.
♪♫♬
– Me voy a dormir/ Porque eso ya aburrió/
Sin embargo te diré/ Que la gente aplaudió/
Porque sabe ya está aquí/ El Rey que te dio
una cátedra de fútbol en la final que te ardió.
♪♫♬
– «Tssss», corean algunos.
♪♫♬
– Esos que te aplauden generosos/ Son los mismos acarreados que llevas a estadios/ Se conforman con torta y refrescos enlatados/ Esa final se pude olvidar cuando comparamos centenarios/ Se
olvida más, cuando sé que la Prode te ayudó a nivelar mis logros alcanzados…
♪♫♬ (termina música de fondo)
-«Ahhh», aclaman algunos haciendo mofa al recordar su centenario. En este momento entra un intermediario y les dice: «tema libre, sin limites». Esta vez, comienza el local Rojiblanco y en estos momentos se motiva pidiéndole al público levante sus manos y aplaudan a su ritmo:
♪♫♬ (inicia música de fondo)
Ey, yop, Siempre quise competir en batalla de los gallos/ Pero vine a rapear contra uno de los pollos/ Yo rapeo, pa’ cerrarme las heridas y ya veo desde aquí que tu mente esta vacía/ Tú no tienes flow, tú más bien tienes una televisora que te sirve de alcancía/ Bla, bla, bla aquí no das batalla te dedicas a hablar mucho/ Y a tus letras como a tu afición, yo nunca los escucho/ Tus letras no dan mucha lata/ Más bien pareces un niño de equipo rata…
♪♫♬
– «Yyyyyyy» se escucha entre murmullos.
♪♫♬
– Todo lo que pueda yo decir no me lo vas a comprender/ Para eso mejor te traigo a Santander/ Porque te me puedes escapar y volveré a ser tu amo/ Sabes que yo a ti te gano pero como siempre saldrás con un reclamo/ Tu mala racha me da mucha risa/
porque no llegarás a la final ni con una visa/ llevas pocos puntos, siempre te quedas hasta atrás/ y yo esta misma noche te hundo mucho más…
♪♫♬
En este momento, casi no hay reacción de la gente.
♪♫♬
Ey, wilo, tú eres el menos indicado/ Que al hablar de arbitraje puedes quedar ahogado/ Las malas rachas desaparecen con un par de buenos juegos/ Pero la pena de plagiar no te la quitan ni tus reporteros/ Estableciendo este rap y matando al bocón/ Que quede asentado para que no ande de llorón/ Compongo contenidos potentes, contundentes/ Compongo rap de nuevo, con letras sobresalientes/ Esto es así, sabes que vengo y te doblego/ Vine a sacarte el diente y hasta te lo pego/ Ey, wilín ¿qué pasa?/ Mi rap acá estamos en la plaza/ No me hables de Santander/ Porque a ti diez títulos robados no te hacen entender/ Este idiota solamente va a hablar de mi última final/ Pero sabemos que su historia es más triste que las de Silvia Pinal/ Yo soy un rojiblanco feliz, vos sos un feo naco infeliz/ Esa es la diferencia de cómo rapear/ No gritar, demostrar y hasta argumentar que no sólo te la sé mentar/ Soy un superstar, soy tu pesar/ Estoy siempre presente en tu mente y eso te convierte en ausente/ Hey, uno dos dos, uno dos/ Nos juntamos y te tengo de hijo a vos/ Ya sabes toda la mierda que sos/ Te lo digo en este beatbox/ Te partí en tu centenario y ahora también lo hago hasta en el escenario/ No pudiste componer un himno en tu centenario/ Eso de plagiar ya lo haces a diario/ Ya con esta me despido porque veo sigues ardido/ Porque lo pendejo se te notó hasta el primer día de nacido/ No eres nada sin tu mami televisa/
que con la del Chanfle a sus fans idiotiza/ Ya mejor vete a casa y desaparece de esta galaxia / Que si no, llega tu papi Chabelo y te da la Queteasfixia / celebras buena racha y tu liderato/ pero eso se me quita con mi ultimo campeonato…
♪♫♬ (culmina música de fondo)
La gente aplaude y vitorea al Rojiblanco, todos corean: «¡Chivas, Chivas, Chivas!»
Hay un silencio en el de amarillo. Sus ojos reflejan miedo. Está casi al borde de una lágrima. La gente entre aplausos ovaciona al rojiblanco que logró varias rimas con argumentos en una respuesta. Todos lo aclaman. El de amarillo quiere responder, pero no encuentra la forma, su mano parece temblar. Se le cae el micrófono.
No hay duda de quién gana hoy. La gente quiere seguir escuchando al rojiblanco, más que su voz, reconocen su agilidad mental para debatir y rimar. La primer batalla de hoy en esta plaza se la lleva un Rojiblanco, la de mañana se la lleva Chivas…