Sábado de futbol, motivo suficiente para ser especial. Volvíamos al Estadio Chivas después de una fecha FIFA y una visita a Morelia, la sensación fue de mucho tiempo de espera, buscando de una vez por todas ganarle a Puebla en la «nueva» casa por primera vez.
Desde que llegamos ya estamos jugando el partido, se ve el estacionamiento solo, claro se nos ha hecho costumbre llegar temprano para convivir con la familia rojiblanca y convertir los días de partido en una verdadera experiencia. Poco a poco se van ocupando las plazas, no falta el distraído demorado que aún no se acostumbra al horario de verano y se deja influir por el sol.
Todos en sus asientos listos para le inicio del partido, que quizá debió ser de puro tramite, sacar los tres puntos para sumarlos a la tabla y listo a preparar el siguiente partido. Sin embargo Puebla no lo decretó así, bien acomodados atrás y con Pedro Canelo adelante complicó la existencia del chiverío. Tanto que se puso arriba 0 – 2, ¿falta de interés? ¿pensando en tigres? ¿pensando en la copa? qué sé yo, pero parecía que esos tres puntos los debíamos dejar para otra ocasión.
Aunque dentro del vestidor tenían otros planes ya que para la segunda mitad el equipo salió dispuesto a buscar el resultado. Alanís y un inédito Chofis abandonaron la cancha cediendo su lugar a Orbelín y al «Avión» Calderón, gran acierto de Almeyda. La presencia de Orbelín se notó en el juego del equipo así como Calderón que nos hizo ver destellos de su nivel esperando termine el torneo de esa manera que lo único que hará es volver al equipo más poderoso.
Sin embargo el jugador del partido sería Carlos Fierro, sí, Carlos Fierro. Contra todos los pronósticos, sobre todo de Lucho que despotricó en contra de él en nuestro podcast de la jornada 12, llamándolo incluso becado :'( Fierro con todas sus limitaciones se esforzaba por la banda derecha, como en muchos aspectos no solo del futbol sino de la vida, tanta insistencia tendría resultado. Un centro directo a los pies de Alan Pulido que entraba al área (no vamos a discutir si eso quería hacer) se convirtió en gol, apenas iban 54 minutos, había tiempo suficiente para buscar el empate y por supuesto un gol más.
Carlos Fierro parecía que hacía las cosas a medias, corría y no le alcanzaba incluso aparentaba que era lo único que podía hacer. Incluso comentamos en la tribuna que había desaprovechado algún centro que siendo certero hubiera causado peligro, incluso a causa de un mal pase suyo se originó la tarjeta roja para el «Gallito» Vázquez. Dudas de nuevo, tal vez el empate sería bueno a fin de cuentas, la situación tendría que resolverse de manera épica con un hombre menos. La actitud tan insistente de Fierro, causó la expulsión de Adrián Cortés a causa de dos tarjetas amarillas cometidas hacía él en ¡6 minutos! Misma insistencia le generó otra oportunidad más ganándole la espalda al defensor, controló la pelota en el área y mandó un centro al que se le cruzó la pierna de Osvaldo Centurión. Fierro lo festejó como propio, lo traía atorado, había sido cuestionado desde hace mucho tiempo pero aún faltaba tiempo el empate cayó al minuto 73 ¿se podría pensar en la voltereta? ¡Claro que sí!
Fierro lo tuvo, al minuto 76, al borde del área. La gente se lo pidió, ahora no debía centrar, tenía que tirar buscando el gol del triunfo; desafortunadamente el tiro se fue por arriba y apagó la emoción de los aficionados.
Sin embargo dicen que uno no elige la trascendencia sino la misma trascendencia es quien lo elige a uno, a escaso minuto de terminar el partido en un intento desesperado de anotar Alan Pulido dispara y Cristian Campestrini se queda sin problema con la pelota, se recuesta para consumir el poco tiempo que queda mirando fijamente hacia el césped. Fierro quien siguió la jugada terminó frente al poste con un evidente cansancio por el esfuerzo de todo un partido muy intenso. Campestrini se pone de pie, avanza unos cuantos pasos, da indicaciones, bota la pelota y la lanza al suelo para despejar ¡NO SE HABÍA DADO CUENTA QUE FIERRO ESTABA DETRÁS! quien al darse cuenta corrió por la pelota, se la escondió al portero y con un par de defensas intentando tapar simplemente la mandó guardar.
El estadio rugió como pocas veces en su historia, no era para menos el Guadalajara conseguía la victoria de último minuto y Carlos Fierro convirtió su actuación en épica. El partido Guadalajara vs Puebla de la Jornada 13 del Clausura 2017 que parecía sería sólo un tramite se convirtió en uno de esos partidos que duran toda la vida con Carlos Fierro como héroe, en merecido reconocimiento la tribuna se volcó a él coreando su nombre. El partido terminó y ahora si a pensar en el siguiente, durante la salida del estadio al ver en las diversas pantallas del estadio la repetición de los goles, toda la afición volvió a gritar el gol de Fierro, nuestro muchacho, que sin duda será inolvidable.