Carta de reconciliación

Me filtraron la carta que le mandó Televisa a Chivas para que regresara. El rebaño de noble corazón aceptó. Se las dejo.

Chivas:

¡Regresa por favor! En casa nada es igual sin ti… Es cierto que no hay calor, ya la fuente se secó, el canario ya murió… y no puedo sola con los gastos de nuestro hijo. Este niño es tan chillón y consentido, que he invertido mucho dinero en él. A veces me gustaría correrlo por zángano y mantenido, pero pues es mi creación.¡Perdóname! Sé que no debí correrte con mis acciones de esta casa a la que has aportado más que yo.

Ayúdame a educar a este bueno para nada. ¡Te necesitamos! Hace falta la figura paterna, que le enseñe jugar fútbol a su hijo porque es muy tramposo. Nunca ha nadie le había rogado tanto por estar con él. Tú eres la fuente de inspiración, el que alimenta a todos. Si regresas, prometo hacerte más fiestas de las que le hago a mi hijo cuando lo veo jugar en casa. Nadie llena este vacío, ni mi programación me da para comer.

Nunca debí menospreciarte. Soy luchona pero ya me di cuenta que eres el único que puede sufragar mis gastos y los caprichos que le doy a mi retoño. Pídeme lo que quieras, voltea a verme. Urge que regreses. Te vi saliendo con otras televisoras, me dieron envidia y celos. Ya me di cuenta que eres el más querido en este país. No puedo seguir sin ti, sin tus pasos que guían a ser tan inmenso. ¡Dame otra oportunidad! Quizá no vuelva a ser todo como antes, pero el solo hecho de tenerte aquí en casa, me levantará mi autoestima.

¡No sé, Piénsalo! Tú y yo juntos de la mano, enseñándole a nuestro hijo, quién es el más Grande…

Te quiere interesadamente, Televisa.