La misma historia, muriendo de nada

 

Tras el empate del jueves, a Chivas se le presentaba la oportunidad para por fin demostrar que podía quitarse el fantasma de resultados adversos contra el América en la liguilla aún con el antecedente inmediato del partido de ida donde Chivas no jugó bien, y aunque si bien era una realidad el hecho de que al América se le ha dado bien el Estadio Chivas, era una ocasión inmejorable para terminar de arruinarles su fiesta del Centenario eliminándolos ante nuestra gente, pero para ello, Chivas tendría que mostrar que aprendió de sus errores del pasado. Sin embargo la respuesta fue no.

 

Chivas inició el partido con la intensidad que le faltó en la ida, propiciando que el inicio de juego se tornara más en un inicio con mucho vértigo, aunque sin llegadas realmente claras, Chivas fue en el trámite mejor que los de Coapa, destacando una media vuelta de Pulido cerca del área y ya casi al final del primer periodo, un tiro centro de Cisneros que forzó al Boiler Muñoz a mandar a córner. Almeyda en esta ocasión decidió solo jugársela con el Gallo Vázquez desde el inicio en detrimento de Michael Pérez quien dio un mal juego de ida, y el oriundo de Celaya se estuvo mostrando bien durante los primeros 45 minutos, siendo el mejor jugador sobre el césped del Estadio Chivas.

 

Si algo mal hizo el Guadalajara en el primer tiempo, fue conceder varias faltas cerca del área rojiblanca que afortunadamente el América no aprovechó, gracias a que decidieron mandar centros muy al estilo del Tepa Solís que pasaban paseándose sin posibilidad de ser rematados por los azulcremas.

 

Sin embargo en el segundo tiempo todo cambió, América empezó mejor el segundo tiempo y pronto en un tiro de esquina, Oribe Peralta, el mismo verdugo de la liguilla pasada, se quitó la nula marca de Cisneros para mandar el balón al fondo de la red. Después el juego fue un dejá vu de la liguilla pasada, Chivas topándose con la pared, sin talento para generar con claridad verdadero peligro sobre la meta americanista, lo más cercano fue un desborde del Chapo tras un saque de banda que el Gullit Peña (quien posiblemente hoy jugó su último juego como rojiblanco) no pudo concretar por la barrida de un defensor.

 

Almeyda volvió a cometer el mismo error que se le señaló la liguilla pasada, hizo los cambios muy rápido en el juego sin contar que sacó a Orbelín Pineda y con ello, el equipo se partió, dejando al Gallo Vázquez prácticamente solo y desarticulando por completo el esquema del equipo, aunque los de Coapa abusaron de quedarse atrás para conservar el golecito, Chivas no hizo méritos para anotar y acabó muriéndose de nada en la cancha, algo inaceptable.

 

Desgraciadamente, víctimas de nuestros propios errores, el equipo no aprendió la lección de la liguilla pasada, un equipo que se volvió a caer mentalmente tras la adversidad y Almeyda a quien se le ha alabado por poco a poco regresar a Chivas al protagonismo tras años de ausencia, volvió a cometer exactamente los mismos errores de la Liguilla pasada, es un buen DT, sin embargo volvió a relucir su principal defecto: no ajustar adecuadamente en pleno partido cuando las cosas se cargan en nuestra contra. Y al final del día, el 3-0 de la temporada regular y la semifinal de Copa serán simple y sencillamente anécdotas porque el clásico verdaderamente importante del semestre lo terminamos perdiendo. Una tristeza.